Como terrones,
los sueños a pedazos los disuelve la vida.
Como mi sombra,
soledad sin rostro a mis pasos camina.
Se ha extendido antes a cada persona,
mientras ha dejado escapar su risa.
Al igual que una espiral,
no dejan los pueblos a la gente avanzar;
los atrapan semejante a un remolino,
que fácil te engulle y peor te vomita.
Y como retales,
las estrofas, pequeñas, difícil se enhebran.
De sencillos conceptos que salen complejos es la tela;
que cubren mis sesos, los protegen
de esta puta vida.
Como una mecha,
avanzan mis palabras encendiendo la poesía.
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