viernes, 8 de noviembre de 2013

escribir

Cada vez me cuesta mas
coger el boli y escribir,
y es que me sale caro
siempre que pienso en ti.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Los abuelos (2006)

Esta pequeña poesía
se la quiero dedicar
a dos grandes hombres:
Eduardo y Blas.
Son mis dos abuelos
con carácter desigual:
uno regruñia poco,
y el otro mas.
A mis abuelas, Paca y Felisa
no las quiero olvidar
dedicándolas la otra mitad
de esta poesía singular.
A una la conocí,
a la otra no la pude acariciar,
pero lo que no se
es a cual amo mas.
Con esta pequeña poesía
lo que quiero demostrar
es que a los abuelos
no se les puede querer mas.

Mas allá (Pedro Lázaro Ruiz)

"Siempre el mismo sueño, una y otra vez, se repetía en bucle cuando su mente era más vulnerable, cuando el intelecto humano desaparece y la ciencia de lo onírico conquista el psique, controlando el tiempo y el espacio.
Se acercaba sigilosamente entre el espesor de la jungla, pero no había arboles ni hojas solo troncos que sujetaban nebulosas brillantes que le hacían llevarse las manos a los ojos. Una luz intensa emanaba de las hojas etéreas, pero era una luz agradable y llena de una divinidad que le hacía sentirse en paz.
Retiró  sus manos de los ojos y rápidamente se acostumbró a su intensidad. Su  brillo  lo notaba en su cara y casi con sus manos podía sentir su calidez.
La sentía agradable como la primera luz al alba, pero no era una luz clara sino azul cristalina, entonces en ese momento se dio cuenta de que flotaba en la inmensidad de lo que en un primer momento creyó ser una jungla de arboles fantasmas, y que resultó ser  un lago infinito  que se extendía en todas direcciones de la mente.
Él no se veía, ni siquiera podía mover sus extremidades, pero sabía que se encontraba allí, flotando, su cuerpo era libre pero su mente aún lo retenía en las barreras del espacio.
Necesitaba expandirse, fundirse con el universo de agua que lo envolvía. Aún era un elemento extraño en aquel lugar y estaba tardando demasiado  en mimetizarse con él.
Un ruido atronador inundó el universo de agua, se habían dado cuenta de que estaba allí, mortal, su cuerpo dejó de flotar y comenzó a descender cada vez más rápido hacia alguna parte, no existía arriba y abajo, sólo su cuerpo se hacía más pesado.
Su mente se agitaba y ordenaba al cuerpo “ascender” con premura. Rápido, su cuerpo se hacía mortal podía distinguir la silueta de uno de sus brazos. Sentía que volvía a la vida. No quería, su mente se lo impedía. Aún así todo resultaba en vano.
Una luz amarillenta, pero clara, empezó a vislumbrarse difusa como el rayo detrás de una nube. Se hacía hueco cada vez mas entre ese universo liquido, era algo divino, un resplandor estalló como un big bang y entonces, sólo entonces el cuerpo desapareció engullido por la claridad y su mente se expandió totalmente fundiéndose con la totalidad.
Él y  el universo eran uno, todo se simplificó a una entidad que viajaba como la luz a través del espacio, sin limites , sin dimensión física ni etérea posible.
Sólo luz y después; sólo él."

Este relato no esta pensao y escrito por mi, sino por mi compadre Pedro, como he puesto en el título, que me pidió que se lo publicara, así que todos los derechos son suyos.

Además quiero anunciar que con este relato empieza una etapa (o un intento) en la que incluiré relatos breves. Espero que os haya gustado.
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