Esta pequeña poesía
se la quiero dedicar
a dos grandes hombres:
Eduardo y Blas.
Son mis dos abuelos
con carácter desigual:
uno regruñia poco,
y el otro mas.
A mis abuelas, Paca y Felisa
no las quiero olvidar
dedicándolas la otra mitad
de esta poesía singular.
A una la conocí,
a la otra no la pude acariciar,
pero lo que no se
es a cual amo mas.
Con esta pequeña poesía
lo que quiero demostrar
es que a los abuelos
no se les puede querer mas.
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