domingo, 18 de julio de 2010

Poesía I

Entre muros invisibles
como siempre, me encuentro.
Hormigón y ladrillos
atrapan mi cuerpo.
Mi apariencia: paredes
tan duras como el acero.
En mi mente estoy luchando,
no puedo romper el silencio.


Y quien derribe muros,
y vea mi verdadero aspecto,
le otorgo navaja para que desgarre,
raje y abra de arriba a abajo mi pecho,
sin echarse para atrás
porque yo sienta sufrimiento
o porque salpique sangre,
que en las venas apenas llevo.


Que rompa también costillas
 para ver si tengo dentro,
un corazón lleno de heridas
zurcido con alcohol,
con recuerdos y con el tiempo.


Y para quien quiera
 entretela deteriorada,
cavidad vacía de mis adentros,
 que lo arranque, limpie de arena
y polvo de un aliento
y se lo lleve.


Así, saldré del hastío
que me impide el movimiento.
E iré en busca del corazón
de quien mi corazón
seguro que no merece.

Como normalmente no se me da bien ponerles titulo a las poesias a partir de ahora la mayoría se titularán con un número.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger

Licencia y demás chorradas

Licencia Creative Commons
esta puta vida por Adrián Jiménez Flores se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.